“Juntos pero no amarrados si quieres ser amada no te dejes atar por un hombre”
Cuando digo atar, me refiero a que no dejes de ser quien eres por el mero hecho de estar al lado de tu pareja. Es una dura realidad, ver que hay mujeres, o hombres, que dejan de ser quienes son por contentar a su pareja, y pasan a ser pequeños titeres manejables o condicionados por el miedo a perder a su pareja.
1 – El afecto engañoso
El afecto que reciben, sea el que sea, les da un sentimiento de bienestar un tanto engañoso y se aferran a esto. Claro está que, al aferrarse a esto, pueden perder el control y pasar a ser personas codependientes y personas inseguras. De hecho, esto puede provenir de la inseguridad que padecían anteriormente a la relación, y que al entrar en el amor, dicha inseguridad se acentúa de esta forma.